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El perro se ha comido mis deberes.
El joven pícaro Lazaro de Tormes, tuvo siete amos que lo maltrataban; de esta forma aprendió a defenderse en la vida. Pero aunque el camino es agotador y por muy buen día que haga no se acorta, es mejor pensar que ya queda poco que pensar que queda mucho.
Blog de lengua de Patricia. Había una vez un señor de Madrid. Que tenía de mascota a una perdiz. Vivía con sus vecinos un gato. Que la merodeaba todo el rato. Imaginad que final tan infeliz! LEYENDAS URBANAS Y RUMORES. Conocéis la historia de los cocodrilos albinos que viven en las alcantarillas de Nueva York? Hay muchas leyendas urbanas más. Quién no conoce a la famosa chica de la curva. Éste desaparecerá en dos días.
DIBUJOS IMPOSIBLES O ILUSIONES OPTICAS. Mi hermana mayor a veces me quita la ropa la economía. Y po esto le digo, eres boba! Si discutimos ella me llama piojo está enferma. Yo le meto el dedo en el ojo. No os creaic esto, es todo broma. Se podría morir en cualquier momento pero es por una buena causa.
Blog de lengua de Patricia. Había una vez un señor de Madrid. Que tenía de mascota a una perdiz. Vivía con sus vecinos un gato. Que la merodeaba todo el rato. Imaginad que final tan infeliz! LEYENDAS URBANAS Y RUMORES. Conocéis la historia de los cocodrilos albinos que viven en las alcantarillas de Nueva York? Hay muchas leyendas urbanas más. Quién no conoce a la famosa chica de la curva. Éste desaparecerá en dos días.
Un británico apuesta a que su hijo marcará un gol en el Mundial de 2034.
Pecios, ensayos, artículos y novelas de Rafael Sánchez Ferlosio. 8220; Los caínes y los abeles están por todos lados! Lo llamativo es que hoy es más difícil que nunca decir quién es Caín y quién es Abel, del lado de quién debemos estar. Rafael Sánchez Ferlosio en esta.
Tras dos meses de espera,. De repente un ruido extraño sonó. Y algo divertido de la nada ocurrió. A esa señora, sí, la vieja. Se le cayó la falda, frunciendo la ceja. Se buscan hombres para e.
Era una bella mañana de enero. Llamaban a la puerta, era el cartero. Era una carta de mi amiga Alicia. Me tenía que dar una noticia. Llegaron las dos de la tarde y aún no había llegado. Me senté enfrente de la ventana para esperarle, cuando vi que se acercaba un coche de policía.