El libro de los pedacitos mágicos. Errático goteo autobiográfico o simplemente caprichoso. Maté a la araña ni bien entré al cuarto. Imposible tolerarla en mi ecosistema. Tuve conciencia por un momento de que esa era la obra de la araña, su legado. Y ya ni siquiera estaría allí la araña para ar.

Textos seleccionados de los talleres presenciales de Gabriela Onetto en Montevideo. Una propuesta de motivación literaria que utiliza recursos variados como sueños, arquetipos, experiencias con los cinco sentidos, mitología, visualización creativa, historia personal, consignas según Mario Levrero y disparadores de todo tipo para fomentar la creatividad en la escritura.

Un mapa de los talleres de Gabriela Onetto. Mucho más que un taller literario Escritura creativa y procesos de transformación 2018 Gabriela Onetto. Posted by Gabriela Onetto under 2018. Son bienvenidos también los nuevos tripulantes! TALLER DE GABRIELA ONETTO INSCRIPCIONES 2018 EN CURSO MONTEVIDEO. Luego de los talleres de autobiografía. La gran mesa de madera, corazón de nuestro taller. Coordino talleres hace 17 o 18 años y me gusta que sea.

Martes, 26 de agosto de 2014. Tu olor opacó mis entrañas. Vendetta sos, así,. Te mire en los ojos de otros. Pero mis ojos iban a mirarte. No los acompasados que amo. Llegaste, sos, asi,. Mi vida es mucho mas. Jueves, 21 de agosto de 2014. Que la noche llega y perdiste otro día.

La hierba en las grietas. Lo que se escribe solo mientras escribo otra cosa. Y aunque te estuvieras muriendo,. Alguien más estaría muriendo,. A pesar de tu legítimo deseo. De morir un minuto con exclusividad. El crepitar de la madera en la estufa, un café y un mate a la vez, el disco que ya estaba, play again, las velas diurnas y las flores amarillas. No hay justicia, ni redención, ni descanso. No entiendo cómo llegué a pensar, durante .

Domingo, 8 de abril de 2012. Hace unas noches volvimos a Bitácora. La casa de barro en La Ballena. Casi diez años pasaron desde la última vez que estuvimos con C. Desandé los desvíos e ingresé a la avenida por la calle Colonia.

La cama estaba rodeada por seis grandes palmeras que parecían haber crecido para enredar sus copas y así guarecer el lecho. Flores por doquier y aromas de lavanda hoy contrastan con el humor de ella.

Domingo, 4 de octubre de 2009. EL IDIOMA DE LAS MANOS. En Lisboa en el barrio de la Alfama tomamos el tranvía 28. Eran cerca de las diecinueve horas e iba atiborrado de pasajeros. Viajábamos hombro con hombro y trasero con trasero. Sentí algo en mi bolsillo posterior, bajé la vista y vi una mano penetrando en él. Como si se tratase de la de un amigo la estreché con la diestra, mientras con el dedo índice de la otra le decía que no.