191;Pero usted nunca sintió la extrañeza de vivir? Martes, 30 de octubre de 2012. Turismo de aventura -y la explicación de por qué cada vez me cuesta más trabajo escribir sobre viajes. Publicado por El Rufián Melancólico. Jueves, 4 de octubre de 2012. Por supuesto, iba indignado. Y listo para recitar todas las formas lentas en las que creo que debe morir Carlos Slim. Ella lo sabía y por eso me dejó desahogar. Yo le compré este cacharro .

Domingo, 27 de diciembre de 2009. Propiedad de Carolina Nogueira, Rio de Janeiro, Br. Viernes, 16 de octubre de 2009. Miércoles, 15 de julio de 2009. Lunes, 22 de junio de 2009.

Viernes, mayo 17, 2013. Hace casi dos años mi papá murió. Desde entonces me cuesta trabajo escribir. Encerré cada vez más en un silencio del que apenas me estoy atreviendo a salir. Me callé tan fuerte que cuando leo publicaciones en mi blog de hace cuatro o cinco años, me siento desnudo. El nombre del que más rehúyo es el Odio. No lo quiero ver, no me gusta estar relacionado a él y ni siquiera tengo los pantalones para asumirlo. Odio al papá de mi papá. Mi abuelo era de esos hombres.

Lunes, 28 de septiembre de 2009. Las raíces de tu Ser. Taller de Tantra y reflexología sexual. Conoce diferentes técnicas que permiten encontrar gradualmente tu intensidad sexual. Asimismo se dan a conocer técnicas orientales para alcanzar la plenitud en los encuentros íntimos.

Viernes, 1 de marzo de 2013. Mi república será la poesía. En mí tendrá una defensa inofensiva. Una metralla que prorrumpa utopías. Un fuego abierto de señales mágicas. Un soldado en marcha festiva. Hacia la eterna batalla del presente. La veo y veo una flor. Recién agitada por un safio viento;. La siento y rozo una suavidad. La abrazo y estrujo un palpitar. Delicado de hojas vivas;. A la espera y a la vigilia.

Martes, 10 de diciembre de 2013. De goblins y anillos o de cómo los duendes viven en mi closet. Desde hace un tiempo, empezaron a desaparecer cosas de nuestra casa. Al principio, culpamos a Macario, nuestro perro faquir, que gustaba de morder libros, licuadoras, tazas, libreros o cuanto objeto se le cruzara en el camino. Poco tiempo después, noté que de las tres velas nuevas que había comprado, solo quedaban dos. 191;Cuántas velas eran las que estaban la otra vez? Le pregunté a Daniel.