En la tela de la araña. Escríbeme una carta , me dijo y no pude negarme, aunque Nereida no me había señalado ni con un puntero en el mapa, como solía hacer en sus clases de Geografía, dónde quedaba el Océano Pacífico; aunque la conocí de pasada, cuando había dejado el aula y ya vendía artesanías por cuenta propia. Supe lo de tu mamá, lo siento balbuceé apenas. Hubiera querido decirle que a la gratitud le quedan .

Miradas desde el corazón de Cuba. Desde mi esquina en Guisa. Por favor, sea feliz. Otro cuento desde mi esquina en Guisa. Las lomas de Guisa y el pueblito mismo son pródigos en relatos contumbristas. Como yo había salido de El Oro hacia más de veinticinco años no me acordaba y no pude dar respuesta al amigo.

Los Gallos en la pelota cubana. Soy un cargabates de verdad. Béisbol cubano, pasion de todos. El béisbol cubano está de fiesta. Cuando hace cincuenta años Fidel lanzara la primera bola en el Latino, rompía los grilletes del profesionalismo y nacía algo más que las Series Nacionales. Entonces el béisbol se instaló con otros colores. Lo hizo con el desborde de los primeros soñadores que llegaron con el deseo silvestre de hacer una pelota verdaderamente nuestra.