Y a aunque digan que pasó,. Es preciso aclarar- antes que todo- que NO me arrepiento de escribir el post anterior. Me arrepiento de la manera en cómo lo enfoqué, sin rigor periodístico, ni fuentes, ni fechas, ni lugar. Sin apoyarme en el talento y la experiencia de algún p.

O crónicas del tiempo por la borda. El látigo que Dios me dio. Para compartir este texto de Truman Capote, quien ha terminado por convertirse en uno de mis favoritos, incluso cuando creo que. No es todo lo buena que pudiese haber sido. El presente no es un cuento ni una crónica, sino sencillamente el prólogo de su libro. El látigo que Dios que me dio. Sólo había estado escribiendo día tras día durante catorce años! The Muses Are Heard recibió exce.