Los caminos del azar son inescrutables. Acerca de mí, contacto. Una idea es un monumento más grande que una catedral H. Haré un ejercicio proverbial de brevedad. Deja lo que estés haciendo, salvo que estés echando un polvo o salvando una vida, y ponte a ver esta película. Todo lo demás puede esperar. Pide clemencia si no te gusta. Si te fascina, probablemente sea porque se desnuda el fanatismo, pero también se nos arroja a la hoguera de la complejidad.

Viernes, 14 de agosto de 2015. EL RENCOR DE LOS DIOSES VIVIENTES, 41. Cazaliebres es el primero en reaccionar, en alzar la cabeza para ver cómo Josete choca contra el parapeto del pozo, impulsado por algún golpe o empujón fortuito. Imposible saberlo en medio de la pelea. El muchacho rubio se zafa de Fernando y salta hacia delante, pero está demasiado lejos. Josete no puede afianzar los pies, su cadera choca contra el pretil y el cuerpo gira, superando la barrera.

En este camino no se encuentran arrieritos. Hace más de un año escribía la primera entrada sobre. Y es que los imprescindibles lo son cuando llevo ya mucho tiempo convencida de que, hasta la fecha, no hay nada mejor. Además, trajo sorpresas, como el regalo que me hicieron desde Eudermin. Esta vez le toca a otros productos que he ido descubriendo y, además, como novedad, os cuento cómo consigo chollos a partir de chollos. Que, además, estaba.

Where is my mind? A bit more about me. Sobre gordas, flacas y demás. Siempre he estado muy en contra de las revistas de moda y toda esa parafernalia que declara que una chica para ser atractiva a de estar delgada.

Estoy sentado en la barra del bar, al final, desde el único punto en que se controla todo el local. Veo directamente la puerta, las mesas que se dispersan por toda la sala, el escenario donde, de vez en cuando, actúan ciertos grupos de poca fama y mucho talento y toda la barra. Camarera, una botella de vodka, por favor. No será demasiado la botella entera? Si quiere vaya sirviendo, pero le aseguro que me terminaré la botella. Camarera, otro vodka, por favor.

Pocas veces te digo cuando llenas mi vida, cuanto iluminas mis sombras, o como acaricias mi alma cansada con tu sonrisa. Pocas cuanto te echo de menos. Sólo sé sonreírte mientras me llenas del calor de tus manos. Y cuanto me costará ver desde la distancia tu camino. Y mientras, sólo sé hacer refugio entre mis brazos para cuando lo necesites. He de acostumbrarme a que te vayas y sin embargo a sentirte tan pegado a mi alma que el tiempo no exista.