Unos detrás de otros,. Arrítmicos, vienen, van. Danzan fuerte entre las doce y las cuatro,. Aunque con el tiempo uno deja de escucharlos. Sus pasos no son los nuestros,. Su destino es inexistente, atemporal. Hoy tropecé con uno y la caída me dejó inconsciente. Caí de lleno entre el hubiera y el podría. Lo único que supe al despertar del trance fue que moriría pronto,. Quizá en medio centenar de años, quizá menos,. En su voz, .

Intento escribir sin acabar confesándolo todo. Ellos son sólo una sombra de lo que querrían ser.

Del Balcón al Escritorio de Petra. Un espacio donde lo más absurdo puede ser real. Donde a veces puedo ser yo y otras Petra. Un espacio como puerta de escape a la realidad que me toca vivir, una forma diferente de gritar, protestar e imaginar. Tu desastre es la revolución que necesita mi orden. Salí del cuarto, llevaba un paso acelerado, quería llegar al ascensor lo más pronto posible y así saludar a alguna tía lejana.

Vivo en las nubes para huir de la ceguera que a tantos necios guía. Como pez en el agua. Hoy soy más yo que nunca y,. Sin embargo, no acierto a escribir. Que se resbala sensualmente entre mis dedos. Mi alma se abre al mundo,. El mundo es un enorme saco de mierda. En el que los jóvenes,.

Así, como un 8 tumbado. Hoy me como el mundo. Aquí va la mi último día en Londres. El 14 de abril me levanté con toda la penita del mundo. Como había dejado la maleta hecha la noche anterior y todo preparado para coger las cosas e irme, decidí ayudarlas a llevar las últimas cosas.

Mi ángel de la Guarda. Todo lo que hacemos es lo que somos. Me gusta el Indie y un poco de rock.