En el pensamiento no nos pone obstáculo ningún límite. Pajas mías de la mente. Pienso luego existo gracias a Descartes. Persigo ideas como Freud para ver adónde llevan. Sigo como un dios a la naturaleza imitando a Cicerón. Me atrevo a saber como Kant. He consagrado mi vida a la verdad siguiendo a Schopenhauer. Sólo sé que no sé nada por Sócrates, el iluminado. Pajas mías de la mente.

La docencia sucede en el aquí y el ahora, por lo que en esos momentos la reflexión no tiene la fuerza suficiente para atender pertinentemente los problemas que ahí se suscitan, de ahí la importancia de hacer una pausa, de buscar un momento para pensarla, teorizarla, armarse de conceptos que la exploren y ayuden a volver a ella, más preparados y atentos a sus exigencias.