Nuestro primer beso tuvo sabor a lágrimas. Un amor que parecía de novela. Pero decidí solo entrar al tren cuando la campana de salida sonó. El frio viento del invierno envuelve mi ser. Mientras respiro sobre mis manos. Y la iluminación de las calles navideñas parecían romper la magia.

No mi amor, yo no quiero zanahoria, solo quiero comer tomate, y recuerda que si no calmo el antojo, nuestro bebe podría salir deforme . Con esta mentira, la señora Torres se aseguro, así fuera tarde, que ese día comería tomate, y el señor Torres se aseguro un viaje de 12 kilómetros a la única legumbreria del pueblo y el arrepentimiento en vano de vivir en una hacienda apartada. Cambiando el tema, madre, como sigue el abuelo? Oy es un.

Salimos de casa llevando una cuarta parte del dinero que nos había sido entregado por Ivanovich, eso sería más que suficiente para alcanzar a Nikolai. Nos dirigimos a la estación de trenes y con un pequeño soborno al vendedor de boletos averiguamos el destino de nuestro blanco, Rusia. Por difícil que sea es nuestro trabajo y debemos hacerlo, respondió Dietrich. Solo me dedico a lo que soy bueno, no tiene nada de extraño. Sabemos que no es justo con ustede.

On junio 22, 2009 by tomatoteles. Perder la vista me abrió los ojos, pude sentir cosas que antes no sentía, me di cuenta que el mundo no es solo lo que vemos, el mundo es mucho mas y nunca lograremos apreciarlo en toda su magnitud. Nunca supe el nombre, y nunca lo sabré, nunca le hable, y nunca le hablare, pero creo que se mas que cualquiera en el mundo sobre la persona dueña de aquel bello aroma. On mayo 21, 2009 by tomatoteles.