Todo estaba bienhasta que se llevaron a Olivia. Desde ese día empecé a sentir el verdadero frío que me rodeaba, a ser consciente de mi ahogo, y a conocer el significado de la soledad a pesar de no estar solo. Se buscaban, se rozaban y admiraban. Jugaban a esconderse y encontrarse, sin jamás perderse. Se superponían, intercalados, y luego reposaban. Los tuyos eran míos, y los míos, tuyos. El juego de los cinco sentidos, solo iniciado por un sexto.

Excesos que perforan el alma. Divorcios mediáticos a la orden. El síndrome del quemado se puede evitar en estudiantes de nivel superior. Excesos que perforan el alma. Los excesos y las adicciones en la vida de quienes desean escapar de su realidad invaden la lectura. Así, la anorexia, las.

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