La vida me enceñó que el tropiezo es inevitable, encariñarse o detestar las piedras es opcional. Hace mucho dejé de encariñarme con ellas y comencé a enamorarme de los árboles, las nubes, las banquetas y de todo lo que adorna el camino, comencé a disfrutar del paisaje. Los tropiezos, lejos de ser parte del camino son un acompañamiento inevitable de los pies. Dejemos de culpar al camino por nuestra inexperiencia al andar.

Donde el Único Límite es la Propia Imaginación. DE LA JUSTA AL CUENTO. DE LA JUSTA A LA POESÍA. Grandes letras de esta casa, sean bienvenidos al evento lírico. Lo que estaremos a punto de ver, es un verdadero despliegue de talento. Son artistas de la letra. Así que disfruten de cada uno de ellos.